miércoles, 15 de septiembre de 2010

Angela Davies : Mujer, negra, y comunista en los EEUU del pasado siglo.

                                    



Ser mujer ya es una desventaja en esta sociedad siempre machista; imaginen ser mujer y ser negra. Ahora hagan un esfuerzo mayor, cierren los ojos y piensen, ser mujer, ser


negra y ser comunista. ¡Vaya aberración! Eso ya es pensar mucho. Birmingham, Alabama, fue la cuna de una de las mujeres más notorias de finales del siglo pasado: Angela Davies. Y es que cómo no serlo, si la miembro del grupo Panteras Negras sufrió

los embates de Estados Unidos contrario a la triple carga que caracteriza a esta revolucionaria siempre vigente, siempre al combate.



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Es harto sabido que el sitio donde se crió Angela Davies era llamado Dynamite Hill (Colina Dinamita), debido a que el por Ku Klux Klan dinamitó un gran número de casas afrodescendientes, algo que marcó su percepción sobre la igualdad en un mundo que consideraba injusto. Quisiera que siguieran con el ejercicio mental de ubicarse en las plataformas de esta pequeña África.

El 26 de enero de 1944 nació Angela Yvonne Davies, en Birmingham, Alabama, hija de un mecánico automotriz y una profesora de escuela. Su madre fue una activista a favor de los derechos civiles y había estado activa en el Asociación Nacional por el Avance de Personas de Color (NAACP, por sus siglas en inglés), antes de que dicha organización fuera prohibida en Birmingham. Además la Sra. Davies decidió estudiar para obtener una maestría en arte en la Universidad de Nueva York, cuestión que provocó la mudanza de estas dos mujeres a la gran manzana. Angela asistió a una escuela progresista en Greenwich Village, donde varios de los profesores estaban en la lista negra durante la era Mc Carthy. Pero antes había vivido en un Birmingham repleto las leyes racistas. Las escuelas, los cines y todos los lugares públicos estaban segregados y los negros debían sentarse en los asientos posteriores de los autobuses urbanos ¿Podemos acaso meternos en sus zapatos? Las minorías pueden y están sumergidas en zapatos apretados desde siempre. Tal es el caso de las mujeres –que, aunque no son minorías poblacionalmente, si lo han sido desde las riendas de poder-, esta lucha no puede separarse y este ha sido el estandarte de Angela Davies.

En 1961, Davies fue a estudiar francés a la Universidad Brandeis en Waltham, Massachusetts. Su carrera incluía un año en la Sorbona, en París. Poco después de volver a los Estados Unidos pudo rememorar la lucha por los derechos civiles que se estaba llevando a cabo en Alabama cuando cuatro muchachas que conoció fueron asesinadas en la explosión de la Iglesia Bautista en septiembre de 1963.

Después de graduarse de la Universidad Brandeis pasó dos años en la facultad de filosofía en la Universidad J.W. Goethe de Frankfurt, en Alemania (Occidental) antes de estudiar bajo la tutela de Herbert Marcuse en la Universidad de California. Davies, recibió una gran influencia de Marcuse, especialmente su idea de que era un deber del individuo rebelarse en contra del sistema.

Activismo

Los primeros contactos de Angela Davies con el activismo político se produjeron a raíz de la aparición del movimiento por los derechos civiles de los años 60. Además, Davies participó en el movimiento contra la guerra de Vietnam, pero fue como miembro de los Black Panther donde Davies comenzó a desarrollar su pensamiento político.


El movimiento pacífico que se creó para acabar con la segregación racial en el Sur de EEUU, liderado por Martin Luther King, sufrió una gran represión y parte de ese movimiento vio necesario tomar las armas para defenderse. Los Black Panther tomaron una posición radical de autodefensa que estuvo estrechamente relacionada con el avance de su teoría política. Mientras que otros grupos hablaban del fin del racismo en abstracto, los Black Panther relacionaban la explotación capitalista con la racista. Davies declaró en una ocasión que “el único camino verdadero para la liberación de la gente negra es el que trabaja hacia la total desaparición de la clase capitalista en este país”. Esta luchadora llevó la perspectiva de clase al centro de cualquier debate sobre explotación. Lo que diferencia a Davies de otras activistas feministas es que ella supo discernir con magnífica clarividencia que la explotación racista y sexista son intrínsecas al sistema capitalista.


En 1967 Davies se unió al Comité Coordinador No violento Estudiantil (SNCC, por sus siglas en inglés) y al Partido de las Panteras Negras. Al año siguiente se involucró con el Partido Comunista Estadunidense. Davies empezó a trabajar como catedrática de filosofía en la Universidad de California en Los Angeles. En 1970, cuando el FBI le informó a los jefes de Davies, el Consejo de Regentes de California, que ella era miembro del Partido Comunista Estadounidense, terminaron su contrato.

Davies participó en la campaña para mejorar las condiciones en las cárceles. Se interesó especialmente en el caso de Jorge Jackson y W. L. Nolen, dos afroamericanos que establecieron una sucursal de las Panteras Negras mientras estaban en la prisión Soledad en California. El 13 de enero de 1970, Nolan y otros dos prisioneros negros fueron asesinados por uno de los carceleros. Unos días después el Jurado del Condado de Monterrey determinó que el guarda había cometido un “homicidio justificable”.

Cuando después, un guarda fue encontrado asesinado, Jackson y otros dos prisioneros, John Cluchette y Fleeta Drumgo, fueron acusados de su muerte. Se argumentó que Jackson buscaba vengarse de la muerte de su amigo, W.L. Nolan. El 7 de agosto de 1970, el hermano de Jorge Jackson, Jonathan, de 17 años, irrumpió en la corte del Condado Marin con una ametralladora y tras tomar como rehén al juez Harold Haley, demandó que Jorge Jackson, Juan Cluchette y Fleeta Drumgo fueran liberados. Jonathan Jackson fue herido de bala y asesinado cuando se alejaba de la corte en automóvil. En los meses siguientes, Jackson publicó dos libros Cartas desde la prisión (Letters from Prison) y Soledad Brother. El 21 de agosto de 1971, Jorge Jackson fue ametrallado en el patio de la prisión de San Quintín. Llevaba una pistola automática 9mm y los oficiales dijeron que trataba de fugarse. También se dijo que la pistola había sido metida de contrabando en la prisión por Davies.

Davies se dio a la fuga y el FBI la nombró como una de las “criminales más buscados”. Fue arrestada dos meses después en un motel neoyorquino, pero en el juicio fue absuelta de todos los cargos. Sin embargo, debido a sus actividades de militancia, el gobernador de California, Ronald Reagan, pidió que a Davies no se le debiera permitir dar clases en ninguna de las universidades estatales.

Davies trabajó como conferencista de estudios Afroamericanos en el Colegio de Claremont, de 1975 a 1977, antes de convertirse en catedrática en estudios de etnia y de la mujer en la Universidad Estatal de San Francisco. En 1979, Davies visitó la Unión Soviética donde recibió el Premio Lenin de la Paz e hizo un profesorado honorario en la Universidad Estatal de Moscú. En 1980 y 1984, Davies fue candidata a la vicepresidencia del Partido Comunista. En las elecciones presidenciales de 1980 se presentó como candidata a vicepresidenta. Actualmente es profesora de la Universidad de California en Santa Cruz y sigue activa en el campo político y social. La reforma de los regímenes penitenciarios es su principal objetivo.

Publicaciones

A través de 13 ensayos Angela Davies traza un recorrido tanto por los mitos como por las lagunas históricas de la experiencia de las mujeres negras. Aborda el sexismo en las luchas por la abolición de la esclavitud, el racismo en el movimiento sufragista y la articulación de la raza y la clase en los primeros momentos de la lucha por la emancipación de las mujeres. También los significados específicos de la emancipación, de la explotación sexual y de clase, las experiencias organizativas autónomas de las mujeres negras. Todos estos avatares están vertebrados por una continuidad histórica y política que, según Davies, es preciso analizar para entender las dinámicas de explotación y las estrategias de liberación, no sólo de las mujeres negras sino de todas las mujeres Los libros que ha publicado incluyen: If They Come in the Morning: Voices of Resistance (1971), Angela Davies: An Autobiography (1974), Women, Race and Class (1981) and Women, Culture, and Politics (1989).



Esta obra, Mujeres, raza y clase, se publicó por primera vez en 1981 y, aunque no usa en ningún momento el término, supone uno de los primeros análisis sobre la interseccionalidad de los ejes de opresión. Es, además, una de las principales aportaciones al black feminism, junto con el manifiesto del Combahee River Collective o las obras de bell hooks, Audre Lorde o Barbara Smith.



Asegura Angela Davis que liberar a los Cinco es luchar contra el terrorismo



Tomado de http://www.aldia.cu. Sitio de la televisión cubana el Holguín. “Luchar por la libertad de los Cinco es un deber de todas las fuerzas que están contra el terrorismo en cualquier parte del mundo…” declaró Angela Davis este sábado en Berlín, al recibir el Premio por los Derechos Humanos del 2004, otorgado por la Sociedad para la Protección de los Derechos Civiles y la Dignidad Humana.
Igualmente la célebre luchadora por los derechos civiles argumentó que su deber es también
“luchar por la causa de muchos otros presos, que al igual que los Cinco, cumplen condenas injustas en cárceles de EE.UU” y a quienes no se debe olvidar, informó el sitio http://www.antiterroristas.cu

Al argumentar el Premio, Wolfgang Richter, Presidente de la institución, significó la resistencia mostrada por Angela a favor de las causas justas desde su salida de prisión con la ayuda de a solidaridad mundial. Las manifestaciones solidarias tuvieron lugar durante una conferencia por el aniversario 86 del asesinato de Rosa Luxemburgo, luchadora símbolo del movimiento comunista internacional.


La lucha que mantiene el pueblo cubano por su independencia, su soberanía, y a favor de alcanzar nuevos logros, tanto económicos, como en el orden social y educativo, precisó Antiterroristas.cu, fueron expuestos por el representante cubano, quien también se refirió a la resistencia ejemplar, que mantienen cinco prisioneros políticos cubanos contra las injusticias de que son objeto por parte de las autoridades norteamericanas, con el servicio de la mafia cubano-americana desde Miami.

Aquí la fuente y tres entrevistas muy interesantes, la primera con motivo de la traducción al castellano de su ensayo "Mujeres, raza y clase":

http://vulcano.wordpress.com/2007/11/17 ... 1por-dios/

1 comentario:

  1. Mujer negra, estadounidense, comunista, revolucionaria y, además, lesbiana. No dejemos de lado la opresión de opción sexual en una sociedad como la de los usamericanos.

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